El compositor catalán, Enrique Granados, es un personaje principal en la novela. Su muerte en el Sussex da pie a un misterio que en Manila Hotel se desentraña… o no del todo.

Granados era un excelente compositor y una gran persona. En la novela su viaje a Nueva York es parte importante del desarrollo de la trama. Hay infinidad de biografía suyas en la red, donde se comenta su vida y su obra.
Se dirigieron a una pequeña sala de ensayos donde un piano de cola se enseñoreaba del lugar, consciente de que sus marfiles habían sido acariciados por los mejores pianistas y compositores del momento. Granados se levantó la levita y se sentó en la banqueta, puso la partitura en el atril del piano y la tabla armónica del instrumento comenzó a amplificar la onda sonora de las hermosas notas de una extraordinaria pieza.
Fragmento de Manila Hotel

Sin embargo, lo importante, en lo que a Manila Hotel se refiere, es su viaje a Nueva York para el estreno de Goyescas en el Metropolitan y su frustrado regreso a casa.
El matrimonio se alojó en el Hotel Claridge y de inmediato fueron invitados a cócteles y recepciones, la sociedad neoyorquina se congratulaba de tener a un famoso compositor europeo entre sus nuevos rascacielos…
Fragmento de Manila Hotel.

En Nueva York, con el violonchelista Casals, – ambos en la foto – estrenó la obra con rotundo éxito.
El recibimiento en Norteamérica a mediados de diciembre del año anterior había sido emocionante. Pau Casals, el gran violonchelista, lo tenía todo preparado. Había dirigido personalmente los primeros ensayos, cada miembro de la orquesta conocía la obra a la perfección. Goyescas iba a ser, sin duda, un éxito.
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Enrique Granados se atusó el bigote y con la partitura bajo el brazo tomó un taxi desde la Séptima Avenida hasta la calle 39 esquina Broodway donde se encontraba el Metropolitan, apenas tardó diez minutos.
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La velada alcanzó el éxito que todos esperaban. Hasta diez veces tuvo que corresponder el elenco, capitaneados por el compositor, a las ovaciones del público.
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El Metropolitan en la época del estreno de Goyescas.
A la mañana siguiente todas las críticas celebraban el triunfo de Goyescas. El prestigioso New York Times, bajo la firma de su crítico Richard Aldrich, se deshacía en elogios; hablaba de música de profundos sentimientos.
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A partir del estreno empiezan una serie de acontecimientos que nos llevaran a desvelar un gran misterio…

Y también conducirán al terrible destino de los Granados a bordo de Sussex
La compañía ofrecía un refrigerio a los pasajeros en uno de los salones de proa, allí acudieron los Granados y algunos otros viajeros. Eran las dos de la tarde.
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El Sussex había sido alcanzado, justo, donde Pustkuchen quería. El navío se levantó como si el mismísimo Neptuno le hubiese dado una terrible patada. La nave se partió en dos y la proa, donde estaban los Granados, empezó a sumergirse camino de la profundidades marinas, mientras la popa permanecía a la deriva mostrando indecentemente el interior del buque.
Fragmento de Manila Hotel
Todo en Manila Hotel, una aventura de Jordi Brotons (JB) escrita por Jordi Siracusa